Hay algunos que me han preguntado cómo escribo.
Alguno se refieren a mi estilo, pero la mayoría quiere saber
el método, la manera física, o el ambiente a mi alrededor a la hora de
escribir.
Pues bien, les contesto que depende de la historia y del
formato.
Por ejemplo, cuando escribo guiones de cine, independiente
si son de largometraje o cortometraje, lo que hago usualmente es crear el
conflicto y el perfil psicológico de los personajes. Paso a la estructura de la
curva aristotélica y voy ajustando cada uno de los puntos dramáticos, lo que es
la peripecia, el punto medio, los tres finales, el clímax. Todos ellos. Y lo
voy escribiendo en modelos (para esto sirve tener un pintarrón donde se va encadenando
todo—o de perdida post it). En estos
modelos, a manera de tarjetas, se estipulan las escenas—sólo acciones, nada de
diálogos—y como un rompecabezas se van moviendo por todo el cuadro para ver su
funcionamiento dramático. Si no funciona la escena se borra y/o se sustituye
por otra. Así el modelo se va haciendo más fuerte, las escenas más largas y
cuando ya está todo planeando de manera que funcione correctamente se pasa a la
escritura. La parte de la estructuración de la curva dramática puede durar
aproximadamente de dos a tres meses si es un largometraje—aunque a veces me ha
llevado hasta cinco meses algún guión complejo—y de una a dos semanas si es un
cortometraje. Posteriormente viene lo más fácil que es la escritura del guión. Para
eso ya tengo las bases, ya sé exactamente lo que vendrá, de qué tratará la
historia y sólo es cuestión de cimentarlo en letras. Esta etapa es la más
fácil. Aunque algunos les parece difícil y aunque suene increíble, hay guiones
que he escrito en una semana. Tres días cuando me pidieron uno de urgencia y
dos guiones: La Cosida y Tokaido Yotsuya Kaidan (adaptación libre) los he escrito hasta en 24 horas. Un cortometraje de media hora lo
escribo en una tarde.
Ahora bien, al tratarse de novela la cosa es muy diferente.
Comienzo igual que en un guión, creo el perfil de los
personajes y estructura la curva dramática, trabajo el modelo y esta etapa me
puede llevar también de dos a cinco meses—dependiendo de la complejidad de la
historia. Empero a diferencia del guión, cuando ya paso a la etapa de la
escritura de la novela la cosa ya no es tan fácil. Al escribir un guión la
importancia está en sus imágenes. No olvidemos que un guión cinematográfico es
una guía para una película que se realizará en imágenes filmadas. Por lo que un
guión es sólo el inicio de una etapa que conlleva muchas cosas. Un guión no
está pensando para leerse más que los que trabajarán en la producción. Al ser
sólo una guía puede haber cambios en rodaje y todavía otros más en la edición. Un
guión debe puntualizar las escenas visuales, las imágenes de acción que se
verán retratadas en la pantalla por lo que no es tan importante el estilo literario.
Lo fuerte es la descripción de las escenas: "Juan levanta el cuchillo y
mata a Sofía". "Edgar se baja del coche, cruza la calle y entra al
edificio". "Carlos se limpia el sudor de la frente y suspira". Descripciones
de acciones. Y así las acciones van llenado la pantalla hasta relatar completamente
la historia. Pero la escritura de una novela es muy distinta. No sólo implica
una interiorización de los personajes, sino una biografía de ellos, el relato
de sus emociones, sus pensamientos, sus motivaciones, así como el estilo
literario que contendrá cada obra. Incluyen apartados como si la novela será
contada a manera de capítulos enumerados o con títulos, si se hará en forma de
libros, en cuántas partes, o si la narración se hará en primer apersona, en
segunda o a través de un narrador omnisciente. Si será en presente, futuro o
pasado. Quién contará la historia y desde qué punto. Así pues influyen muchas
cosas en la escritura lo que lo hace más complejo. Lo que lleva más tiempo y
está además el espacio para la inspiración y la improvisación.
Aunque en una novela tenga pensada y estructurada de manera
lógica toda la curva dramática, siempre hay espacio para la improvisación
literaria. Con esto me refiero a que siempre hay algo que puede cambiar a la
hora de escribir. Hay frases que cuando se escriben inspiran otras frases. Acciones
que inspiran otras acciones. Capítulos que generan nuevos capítulos y dan paso
a nuevas maneras de narra la historia. Algunas veces en estas inspiraciones
literarias el perfil de los personajes pueden cambiar, otras veces algunas
escenas de los tres actos pueden diferir. Y aunque siempre respeto la curva en
general y llego a dónde quiero llegar el camino tomado puede ser distinto. Y siempre
pensado que sea para mejoría de la historia.
Una novela tiene vida propia, es una obra que avanza por sí
mismo, a veces siento que es la pluma—aunque actualmente es el ordenador—quien
me encamina a la conclusión de la novela. Y por lo tanto esta etapa difiere de
muchas cosas y el tiempo de duración puede ser de un año o hasta dos. Incluso más.
Uno novela no debe apresurarse, debe tomar su propia vida para crearse en el tiempo
que le pertenece.
Ahora bien al escribir un cuento la cosa es completamente
distinta.
Aunque sigo el mismo procedimiento de crear modelos para
cuando escribo un cortometraje de 1 minutos a 30 minutos, al escribir un cuento
no sigo el método de creación de curva dramática. Lo que ocurre aquí es que un
día se me ocurre una idea—a veces sólo nace de un personaje, otras veces de un
conflicto y otras sólo de una ambientación o atmósfera—y me siento a escribirla
y dejo que la misma historia me vaya narrando lo que ocurre. Dejo que la
inspiración me gobierne y suelo escribir un cuento de corrido. En la mayoría de
las veces no me levanto hasta que esté terminado. No obstante los hay cuentos
largos como Flujo temporal en la pálida
luz de la luna que aunque estaba inspirado y escribí muchas páginas de
corrido tardé tres días en terminarla porque se me atravesaban ocupaciones y
tenía que abandonar la escritura. Otros cuentos como El puente suicida lo escribí en un par de horas. La mayoría de los
cuentos los escribo de un tirón, no me gusta que me interrumpan cuando lo hago
porque puedo perder la inspiración. Un cuento Sí lo escribo por inspiración a
diferencia de las novelas y guiones. Un cuento si no lo termino rápidamente me
cuesta trabajo continuarle. A veces me han interrumpido tanto que pierdo la inspiración
y difícilmente continúo el trabajo. Tengo cuentos inconclusos que están
esperando que los termine desde hace 5 meses, incluso los hay que tienen hasta
10 años esperando que los concluya. Hay algunos que incluso cuando creo que los
he olvidado los hallo en el ordenador, los empiezo a leer y en ello me inspiro
para finalizarlos. Hay otros que parecen malditos, cuando la inspiración me
llega y reanudo la escritura me vuelven a interrumpir—ya sea por teléfono, o
por trabajo—y debo dejarlos una vez más y provoca que difícilmente los reviva. Por
eso odio que me interrumpan. A veces simplemente no contesto el teléfono y me
encierro a todo.
Algunas veces escucho música. En algunas historias la música
va cambiando, el ordenador reproduce la lista entera de canciones de la memoria
y ni siquiera me doy cuenta cuáles se escucharon—y es que el volumen lo pongo muy
bajo para que la música sólo se oiga como un ligero colchón auditivo. Si la música
es muy fuerte me interrumpe—. Pero tras veces el tono y la melodía es muy
importante para la atmósfera de la historia. Al ocurrir esto escucho la misma
canción una y otra vez en todo el proceso narrativo. Por ejemplo con Insectos la única canción que escuché en
más del año que tardé en escribirla fue Mad
World de Gary Jules. Con K. no recuerdo
si fue una sola canción, fueron varias o no escuché nada en absoluto.
Me gusta escribir en computadora de escritorio me inspiro
más que si fuera en una lap top. Me gusta
el tablero grande, en una lap top las
teclas son muy chicas y cometo errores que me interrumpen. Sin embargo, por
causas de fuerza mayor una muy buena parte de Insectos la escribí en una lap
top acostado en cama cuando estaba enfermo. K: la escribí en un escritorio muy incómodo en una PC de escritorio,
tardé más de 6 meses. El último noble la
escribí en una máquina de escribir y con los hallo la capturé en ordenador. Prefiero
el escritorio, me inspiro más.
Irse a una cabaña, rodearse de la naturaleza y llenarse de la
belleza de la vida sirve de nada. Es un cliché. Cuando he estado en una cabaña en
medio de un árbol ni siquiera me inspiro. En cambio escribo mejor encerrado en
un cuarto y que nadie me interrumpa.
Cada quien tiene su estilo, pero para aquellos que me han
preguntado este es el mío.
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