martes, 4 de diciembre de 2012

Mis personajes. Parte 3

     Dicen que los escritores hombres escriben más personajes masculinos; y las mujeres más personajes femeninos. En mi caso diría que sí es así: tengo más personajes hombres y la mayoría de mis protagonistas también lo son. Sin embargo yo diría que hay diferencias:
     1.- No puedo prescindir de las mujeres pero sí de los hombres, esto es: siempre, de una forma u otra en mis historias hay mujeres. Aunque los protagonistas sean hombres siempre hay espacio para las mujeres; en cambio si escribo alguna historia con mujeres protagonistas los hombres pueden no salir ya que no son importantes. De hecho tengo historias sin hombres, pero ninguna sin mujeres.
     2.- Mis personajes femeninos son cruciales para la historia, tienen una fuerza dramática sorprendente aunque sólo hay un personaje en toda la narración y aparezca poco, pero cuando sale es por algo sumamente importante.
     En sí le tengo mucho respecto al género femenino y la inspiración que me dan sirve para motivar a mis personajes. Siempre hay una emoción y sentimiento para con ellas; su existencia e importancia es la que hace posible que mis personajes se movilicen en la historia, como en el caso de Kurumotsu donde todo el conflicto de Sanosuke es llevar a Megumi (de 13 años) de regreso a su casa; en Mothman rotten todo lo que ocurre y se genera una pelea fuerte para el clímax es por Didier Alejandra; Luca comienza a tener vida a partir de Itsuki; así como la tía Alejandra y Crista son los personajes más poderosos en mi película Espectrum.
     En fin, mis personajes femenino son cruciales, dramáticamente hablando y más que nada, son más fuertes.
     Como bien dije en un posteo anterior me sustento mucho en la medicina para crear mis personajes, la mayoría de ellos tienen algún problema psicológico o psiquiátrico, y en el caso de las mujeres no están exentas de ello. En eso son similares a los hombres, pero lo que los difiere de ellos es que las mujeres son más fuertes, su umbral de dolor es mayor y pueden soportar más su propia existencia. Tienen más motivación, más ambiciones y deseos de vivir que los hombres. Y es que la mayoría--prácticamente todos--de mis personajes están sumidos en la miseria humana, son cadáveres vivientes, sus almas y sueños los han abandonado y están perdidos en este mundo terrenal esperando fallecer en cualquier momento, y de hecho mucha gente ha dicho que lo mejor que les puede pasar a mis personajes es que se mueran, pero no lo hago. Yo no mato a mis personajes, yo los dejo sufrir lo más que puedan. Y como mis mujeres son más fuertes, en varias historias, ellas sufren más. Eso ha hecho que algunos piensen que son misógino. Que a las mujeres las hago sufrir mucho, pero yo no iría que es así.
     En primer lugar quiero aclarar o comentar algo:
     Una vez me preguntaron ¿por qué hago sufrir a mis personajes? Y ¿si no me duele hacerlos sufrir? Y la verdad es que los hago sufrir porque puedo, y no, no me duele. Y es así simplemente porque no existen. Son personajes ficticios, sólo son aventuras, estos personajes nunca verán la vida. Yo honestamente no entiendo a los escritores que se enamoran de sus personajes y luego no les quieren hacer nada, ya sea por temor de verlos sufrir o por el miedo de que sus lectores no quieran verlos sufrir. Yo los hago sufrir porque sé que sólo son personajes irreales, es una fantasía, una ficción y es muy divertido lastimarlos en un papel. Si sé cuando algo es real y cuando no. Hacer sufrir a un ser vivo es otra cosa, eso no busco hacerlo. Pero un personaje que sólo existe en un libro, no pasa nada.
     Para mí el personaje tiene su razón de ser cuando tiene una meta que cumplir y la meta es contar una historia, donde se está dando un mensaje y si para dar ese mensaje el personaje tiene que sufrir y morir de una forma cruel, bueno, tiene que suceder y no veo porque llorarlo--o peor: autocensurarse y no concretar el mensaje de la narración de manera óptima.
     Así que mis personajes sufren y en mucho de las casos el sufrimiento de un personaje femenino tiene una fuerza más dramática que mueve a la historia a niveles exorbitantes; encaminan todo para el clímax y un enfrentamiento radical. En sí el sufrimiento de un personaje femenino sirve para muchas cosas--como dije: los hombres hacen todo en relación y por las mujeres, por lo tanto el sufrimiento de ellas tiene una fuerza dramática narrativa más poderosa que el sufrimiento de ellos, por eso suelo lastimarlas más a ellas.
Pero son más fuertes, son las que tienen más motivación, las que se pueden levantar y seguir peleando. Por ejemplo en Insectos en realidad Itsuki es mucho más fuerte que Luca. Él está completamente derrotado, ella en cambio sigue luchando. En Los ojos tiernos de la casa Strudentër son las mujeres las que tienen mayor importancia, mayor fuerza y mayor pelea.
     En sí me gusta más crear personajes femeninos y muchos de ellos están basados o inspirados en una chica a la cual siempre he amado y… ya se ha ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario