5.1 Demonios Yōkai.
En mis historias (literatura y cine) se pueden encontrar
varias referencias a la cultura japonesa y un apartado de estas homenajes se muestra
de forma especial a la mitología sobrenatural japonesa, como lo son los
demonios Yōkai.
Los Yōkai (妖怪) son
"apariciones", "espíritus", "demonios" o
"monstruos". Unos poseen parte de animal y parte de rasgos humanos,
aunque también los hay derivados de cosas u objetos. Los Yōkai son generalmente más poderosos que los seres humanos, y
debido a esto, tienden a actuar con arrogancia sobre los mortales. Los Yōkai también tienen valores diferentes
de los seres humanos, y cuando éstos entran en conflicto pueden conducir a la
enemistad. Ellos son generalmente invulnerables al ataque humano, pero pueden
ser derrotados por expertos exterminadores yōkai (退治屋, taijiya) y monjes budistas con la bendición de Buda.
Hay varios tipos de Yōkai, he aquí una clasificación general:
Yūrei (幽霊, literalmente Alma
Fallecida) son los más parecidos al concepto occidental de fantasmas o
espíritus de los muertos, utilizando un kimono blanco, y sus cuerpos visibles
hasta la cintura. Se ven atraídos a atormentar a los vivos debido a un amor no
correspondido, o en otras ocasiones, por sed de venganza.
Yōkai (妖怪, literalmente
Extraña Peculiaridad, idiomáticamente Aparición) son criaturas vivas no
humanas. Esta incluye una gran variedad de monstruos y bestias.
Oni (鬼, literalmente
Demonio) son tomados directamente de la teología budista. Son pavorosos
demonios alados y cornudos cuyas imágenes se hallan esculpidas cerca de las
entradas a los templos. Tienen deberes específicos cómo rescatar al inocente,
asustar a los maliciosos hasta la muerte, y vigilar las puertas del infierno.
Fushigi
na Dōbutsu (不思議な動物, literalmente Animales de lo
Fantástico) son traviesos espíritus de animales, de los cuales los más notorios
son los zorros.
Sōrei (騒霊, literalmente
Fantasma Salvaje), son similares a las criaturas que en inglés se les conoce
como poltergeists. Sin embargo, su
historia proviene de la creencia Shinto
de que todo objeto físico (piedras, árboles, máquinas), poseen vida y
conciencia. Esto ha derivado en incontables relatos de piedras gritonas,
puertas shoji con ojos acechantes, y
utensilios domésticos que se mueven y persiguen a sus dueños.
En fin.
Conocí la cultura japonesa gracias al cine, comencé con Ran La furia del poder de Akira Kurosawa
y posteriormente me extendí a otras historias, luego cuando me adentré al cine
de terror japonés me hallé con la trilogía del tema Yôkai: Yôkai hyaku monogatari (1968) de Kimiyoshi Yasuda
(1911–1983); Yokai Monsters: Spook
Warfare (1968) de Yoshiyuki Kuroda; y
Yokai along with ghosts (1969)
de Yoshiyuki Kuroda, Kimiyoshi Yasuda. Así como la grandiosa historia de Tokaido yotsuya kaidan la cual se
considera la madre de todas las historias de fantasmas en el Japón
(posteriormente hablaré de ella con más profundidad), que le ha valido más de
100 adaptaciones.
Pues bien, al conocer la cultura japonesa y con ello la mitología
o folclore japonés los demonios Yokai me
llamaron mucho la atención, conocí a bastantes (no todos porque hay entre 5 ó 9
millones de ellos. ¡Increíble!) y en varios relatos hago referencia a ellos
quitándoles la parte amable—muchos de ellos son personajes de películas o anime
infantiles—para concentrarlos en historias netamente de terror y/o misterio que
es lo que a mí me gusta. Suelo adaptarlos a la cultura mexicana o los sitúo en
el México moderno haciendo una mezcla interesante con nuestra mitología—como en
el caso de Espectros (2005) en la
cual adapté una leyenda del fantasma Yūrei de la edad feudal japonesa
al Michoacán contemporáneo.
Así pues, ya sea en cine o en
literatura, los demonios Yōkai se
pasean por mis historias, y mi favorito por sobre todos, y que tiene una
mención importante en mi novela Insectos
es el Rokurokubi.
"Yôkai hyaku monogatari" (1968)
Rokurokubi
Es un Yōkai que durante
el día parecen seres humanos normales, pero por la noche adquieren la habilidad
de estirar su cuello a grandes longitudes como una serpiente. También puede
cambiar su rostro al de un espantoso oni,
para asustar mas a los mortales.
En su forma humana durante el día, los rokurokubi suelen vivir desapercibidos y pueden tener incluso
cónyuges mortales. Muchos rokurokubi
están tan acostumbrados a llevar una vida normal que hacen lo imposible para
guardar su condición sobrenatural en secreto. Pero son embaucadores por
naturaleza, y tienen una necesidad de asustar y espiar a los seres humanos que
les es difícil de resistir. Se dice que uno puede ser un rokurokubi sin conocer su propia naturaleza, creyendo ser seres
humanos realmente, y solo se transforman en las noches mientras duermen de
manera inconsciente, recordando que en sus sueños veían la habitación u otros
lugares en un ángulo extraño. A menudo, los rokurokubi
son verdaderamente siniestros, ya que se comen a la gente o beben su sangre en
lugar de limitarse a asustarlas.
Usualmente son mujeres—aunque hay hombres—y dependiendo de la
historia son malignos o inofensivos. En algunas narraciones se les puede hallar
de carácter afable, divertidas y bromistas; no hacen el mal sino que nada más
están molestando por diversión. En cambio en otros relatos sus personalidades
son fuertes, agresivas, violentas y despiadadas. Yo, en Insectos lo relaciono con el vampiro, monstruos o demonio de la
cultura occidental, y lo hago por la referencia de que los rokurokubi a veces comen gente o beben su sangre, y por supuesto,
en mis historias no son amables, más bien son brutales.
CONTINUARÁ
Actualmente estoy escribiendo un cuento sobre este demonio y
estoy seguro que en alguna historia futura saldrá por ahí aunque haciendo un
leve cameo.
Aquí les muestro un trailer de Yokai Monsters Spook Warfare (1968) que anda en youtube.
Aquí les muestro un trailer de Yokai Monsters Spook Warfare (1968) que anda en youtube.
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