Junji Ito es un artista del manga de terror japonés, algunas
de sus más notable sobras son Tomie,
Uzumaki, Gyo, Museo de los horrores y otros más.
Yo conocí la obra de Junji Ito gracias a la película de Uzumaki (2000) de Higuchinsky y también
fue a través de esa cinta que descubrí el cine de terror japonés contemporáneo
(antes de esas fechas no llegaba mucho cine de terror japonés a México, sólo había
visto una par de Godzilla). Uzumaki
la película me gustó y cuando supe que provenía de un manga conseguí los tres
volúmenes y a partir de ahí me hice verdadero fanático de los mangas de Junji
Ito.
Y es que Uzumaki así
como Gyo de Ito tienen algo que no
pudo dejar de sorprenderme: no era sólo la originalidad de la obra, sino el
terror, el mundo y universo extraño con situaciones innaturales, despiadadas y
malévolas, personajes radicales, agresivos, misteriosos, ilógicos y aberrantes.
Imágenes visuales incomprensibles a veces, absurdas pero siempre terroríficas. El
universo de Ito es muy insólito y sorprendente. Sus imágenes son fuertes, y a
medida que se lee la obra y se adentra uno en la historia (especialmente en Uzumaki y Gyo)
las imágenes se van haciendo cada vez más bizarras e impresionantes. Uno cree
que ya llegó al clímax, pero resulta que en unas páginas más hay otras imágenes
más fuertes, parece ser que eso ya es lo
más fuerte, pero no continúan las páginas y todavía hay escenas más agresivas,
así hasta llegar a un clímax tan extraño como ilógico. Junji Ito es de los
pocos autores que en verdad me han sorprendido y me han llegado al alma. Stephen
King nunca ha logrado sorprenderme y se me hace repetitivo—sus personajes y situaciones
dramáticas siempre se me han hecho las mismas; Clive Barker se me hacían
graciosas sus historias y sus monstruos;
de Dean Koontz sus historias se me hacen típicas y tradicionales sin ninguna
fuerza, igual Dan Simmons, John Saul, Peter Straub, obras sencillas con
imágenes arquetípicas. Pero Junji Ito es el verdadero maestro del terror, creo
que sólo él y Lovecraft en verdad me han generado sensaciones escalofriantes en
la médula.
Junji Ito no es escritor, más bien es un mangaka[1]
y bueno, hay que decir que en occidente el manga no es tan apreciado. Son pocos
los seguidores y los que hay sus edades oscilan entre la adolescencia y jóvenes
adultos. No se venden muchos mangas que digamos y el occidental promedio no
conoce el manga, no les interesa, no lo entienden y no lo aprecian. Si a eso le
sumamos que la cultura japonesa tampoco tiene muchos adeptos, diría que eso es
un obstáculo para que se aprecie la obra de Junji Ito.
A veces, debo decir que los dibujos de Ito, en sus primeras
historias, no eran muy buenas. Se sentía esa inexperiencia al dibujar, con
trazos débiles e inseguros, como en el caso de Tomie—y sin embargo ha tenido tanto éxito en Japón que se han
filmado hasta 9 películas sobre el tema—, pero que fue mejorando su estilo y
llegó a ser un buen dibujante con grandes éxitos manga. Yo lo recomiendo de sobremanera, en verdad es
muy bueno y sus historias son para aferrarse a la cobija antes de dormir.
Y al igual que Lovecraft influyó en mí en el terror, así lo
ha hecho Junji Ito—yo no hago cómics (sólo lo he intentado un par de veces),
pero sí ha influido en mí a la hora de crear terror. Y es que el terror
occidental no me satisface, las imágenes siempre son las mismas. Yo diría que
en terror occidental las entidades malvadas sólo llegan a ser tres: monstruos
(vampiros, hombres-lobo, alien, predator, etc.); entes paranormales (fantasmas,
poltergeist, duendes, telequinesis, etc.) y asesinos (Michael Myers, Jason,
Jeepers-creepers, etc.). Y eso, la verdad reduce mucho el terror: las historias
se repiten una y otra vez, los personajes son muy parecidos y sólo difieren en
la forma en que mueren los personajes. Pero en cambio en el terror asiático hay
algo más, además de esos tres entidades malvadas de occidente diría que hay una
cuarta: terror abstracto y eso engloba mucho, no se refiere sólo a personajes
terroríficos, sino a situaciones, a universos bizarros como los de Junji Ito o retratos
malignos despiadados que sólo he visto en el cine de terror asiático y que
siempre me han sorprendido: los personajes cambian, la estructura dramática
rompe reglas, las situaciones son impredecibles y el terror aumenta. Lo tienen
mucho autores y al primero que se lo vi—y sus obras aún me sorprenden—es a
Junji Ito y me ha servido de inspiración para buscar ese terror abstracto en mis historias. Aún no llego del todo, a veces
siento que me arrastra mucho la influencia del occidente y me detiene lo poco
que conozco de la cultura japonesa, pero lo intento y lo seguiré intentado
hasta lograrlo.
Y debo decir que el libro que estoy escribiendo
actualmente—Mothman syndrome— es una
influencia directa de Junji Ito. Apenas voy en el primer capítulo, pero se los
prometo me voy a esforzar al máximo para conseguir el terror que tanto ando buscando.El trailer de Tomie replay.
Y el trailer de Tomie.
[1] Palabra
japonés para referirse al artista del manga
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