En estas fechas cuando la gente pregunta por recomendaciones
de películas de terror para ver siempre les van a decir que las películas
actuales como Saw, Sé lo que hicieron el verano pasado, leyenda
urbana, Scream y esas no valen y siempre recomendarán las mismas. Las que
clásicas que todos mundo conoce y ha visto infinidad de veces, siempre van a
hablar de Psicosis, El exorcista,
Halloween, It, La niebla, La Cosa, Drácul, El resplandor y bla, bla. Esas
películas son las que siempre estarán en lso festivales, siempre pondrán en la
televisión y ya todos las conocen hasta el cansancio. Y es lo que yo llamo terror blando, porque la verdad ni son
demasiado terroríficas, ni creo que haya diez personas que no las conozcan como
para que sea necesario que se las recomienden una y otra vez.
Si quieren ver terror
duro, un cine que sea más complicado de ver, que difícilmente conozcan que
no sólo les de miedo sino que a veces les deje con una pregunta como diciendo:
“¿Qué carajos acabo de ver?”, “no sé, pero me gustó”. Aquí les va unas
recomendaciones para este mes de los muertos:
En orden de me acuerdo, no de mejor a menor, empezamos con
cine francés.
Inside/À l'intérieur (Al interior) (2007) de Julien Maury and Alexandre Bustillo.
La película se centra en Sarah, una mujer de casi 9 meses de
embarazo, a un par de semanas de dar a luz, que vive sola. Y una noche es
acosada por un mujer que invade su propiedad con la idea de destazarla y
robarle su bebé no nato.
Película del nuevo cine de terror francés, de alta dosis de
sangre, del género gore no apto para cualquier estómago ya que sus escenas
pueden ser muy gráficas y sólo los ojos experimentados en el terror duro podrán
apreciar.
La Horde (2009) de Yannick Dahan y Benjamin Rocher.
En una época donde se han realizado película
de zombies hasta el cansancio abandonando cada vez más el género de terror
llegando incluso a la comedia, La Horde es una cinta que retorna al miedo de
muertos vivientes, a la sangre, a los personajes fuertes y escenas duras.
La historia habla de un grupo de policías
cuyo jefe ha sido asesinado de una manera cruel y despiadada. Lo han arrojado a
la basura en calzoncillos por unos líderes de la droga que gobiernan todo desde
un edificio en un barrio de mala muerte en París.
Lo que al inicio parece ser una película de
policías y criminales se torna de terror ante el inminente resurgimiento de los
muertos como zombies, los cuales se mueven de una manera veloz, con una fuerza
sorprendente, dientes afilados y un bestial deseo de sangre. Policías y
criminales tienen que unir fuerzas para defenderse e intentar sobrevivir ante
el ataque despiadado de la horda.
Strange
Circus/ Kimyō na sākasu (2005) de Sion Sono.
Un director de escuela, Ozawa Gozo, viola a su hija,
Mitsuko, después de que ella ve a sus padres teniendo sexo. Su madre Sayuri
queda como testigo de la violación. Gozo ahora las somete a violaciones tanto
como le plazca. Hay incesto, suicidio y asesinato. Existe además una escritora
que relata todo, Taeko. Esta tiene una asistente Yuji, un joven que desea
descubrir la realidad de toda esta historia, del pasado de Taeko, y de una
habitación cerrada con llave en su apartamento. Pero la realidad puede ser muy
difícil de entender y aceptar.
Strange circus es una cinta fuerte, con unos personajes
sumamente complicados y una de las narrativas argumentales más complejas y
extrañas que he visto en el cine. Sion Sono es un director arriesgado, difícil
que no tiene ningún miedo es mostrar escenas terroríficas como confusamente
despiadadas.
Verse con sello de advertencia.
El círculo Suicida/Jisatsu Sākuru (Suicide circle) 2002
de Sion Sono.
Igual que en la cinta Strange Circus, Sion Sono nos narra
una cinta extremadamente compleja y extraña que se necesita verse de dos a tres
veces para tratar de comprenderla. Hay escenas confusas, de una filosofía
extraña y un mensaje que hay que poner en consideración después de ver la
cinta, platicarla con los amigos para tratar de hallar una solución a lo que se
Sono desea decir.
Eso por un lado, por otro es una película que crítica la
forma de vida actual y el estado emocional del ser humano en un mundo banal y
extraño, con personas que desean convertirse en asesinos sólo por la fama y
niños que no soportan el mundo que les han dejado los adultos. Y la fascinación
ante la frivolidad representada en el suicidio.
Al inicio 54 colegialas se quitan la vida arrojándose al
mismo tiempo a las vías del metro atiborrando los andenes de sangre y una masa
amorfa de carne, huesos y líquido carmesí. Uno de las muertes masivas más
sangrientas en la historia del cine.
A partir de ahí el detective Kuroda comienza a investigar el
caso con más preguntas que respuestas. La noticia hechiza a todo mundo,
especialmente a la juventud y comienzan a sucederse suicidios masivos por todo
Japón lo que da pie a más preguntas haciendo el caso para Kuroda aún más
complicado.
Extraña, agresiva y sumamente recomendable.
Kairo/Pulse (2001) de
Kiyoshi Kurosawa.
Kairo es una película de fantasmas japoneses
que entró al mapa en el occidente gracias a la versión estadounidense que
sacaron en el 2006 de nombre Pulse y que no vale la pena ver. Lo mejor es irse
a la original y buscarla por muy difícil que sea de hallar.
La historia se cuenta en dos líneas
temporales paralalelas, por un lado tenemos a una mujer llamada Kudo Michi que
trabaja en una empresa donde un compañero suyo Taguchi ha trabajado en un
disquete y por ello ha faltado varios días al trabajo. Preocupado por su salud
Kudo va a verlo a su casa para descubrirlo con cierta pesadez que la extraña al
principio. Pero Taguchi se muestra mejor ante ella y le entrega el disquete el
cual ha trabajado. Ahí, sin que ella lo note y para su sorpresa Taguchi se
quita la vida. Y la única pista para saber el por qué de su suicidio es el
disquete que aparentemente lo obligó a matarse.
La otra historia es sobre Ryosuke, un
estudiante de economía que recién comienza a conocer el Internet. Instyala el
programa en su computadora y empieza a navegar para ver cuál es la fascinación
hacia la red. Su ordenador, por iniciativa propia accede a una página que le
muestra una serie de imágenes turbias de gente sola, en la oscuridad y
representaciones pictóricas bizarras las que asustan a Ryosuke y lo forzan a
apagar la computadora.
A partir de estos dos inicios, Kiyoshi Kurosawa nos
introduce en un mundo gobernador por las nuevas tecnologías, en este caso la
internet, que abre una especie de puerta a lo sobrenatural. Deja pasar
fantasmas que más que atacar de una manera violenta y sangrienta a sus víctimas
lo hace de una forma psicológica y demencial.
La película es compleja, las escenas son filosóficas y
confusas. Pero es miedo es latente. El espectador podrá verla, no entenderá lo
que está pasando pero sentirá miedo, incluso angustia y desesperación.
Al final habrá más preguntas que respuestas y si quieren
saber exactamente de qué trató podrán ir al refrito el cual deja absolutamente
todo bien explicado con manzanitas y es una de las cosas por las cuales el
remedo es de lo peor que se ha visto en el cine.
La trilogía de Fritt Vilt.
Fritt Vilt/Cold Prey (2006) de Roar Uthaug.
Fritt Vilt II /Cold Prey 2: Resurrection (2008) de Mats Stenberg.
Fritt Vilt III /Cold Prey 3 (2010) de Mikkel Brænne Sandemose
La saga de Fritt Vilt es una serie de películas
noruegas slasher (subgénero del cine
de terror cuya característica principal es la presencia de un psicópata que
asesina brutalmente a adolescentes como ejemplo tenemos películas como Viernes 13, Halloween, La masacre de Texas,
y otras más).
En esta ocasión la cinta slasher le corresponde a Noruega en paisajes nevados con una alta
presencia del color blanco, en días soleados que nos muestran una fotografía
diferente a la oscuridad eterna de las películas estadounidenses.
La sinopsis es sencilla un grupo de jóvenes
va a disfrutar de los juegos en la nieve en Jotunheimen. Uno de ellos
tiene un accidente y se rompe una pierna, lo tienen que llevar a salvo y
descubren un hotel abandonado del que no saben nada pero está seco y caliente a
donde tienen que refugiarse sólo para descubrir que existe un asesino de rostro
extraño que los persigue toda la historia. Incluso en la segunda parte persiste
la persecución y en la tercera es una precuela donde se cuentan los orígenes
del asesino. .
Lo que me gusta de esta película, en primera
es que no es de USA y por lo tanto no repite los mismos clichés que ya saturan
el cine estadounidense. Tienen una mirada más innovadora y fresca. Los
personajes son atractivos y con carisma y el asesino no es un superhombre de
fuerza sobrehumana como Jason y Mickey Mayers que ya parecen de caricatura.
El personaje femenino en donde recae la
historia, Jannicke, genera atracción para con el espectador y la sigue
uno todo el tiempo con deseos de que pueda librarse del asesino.
Tiene muy buenas escenas de violencia y estrés que vale la
pena ver la trilogía completa.
La saga de Ginger Snaps.
Feroz/Ginger Snaps (2001) de John Fawcett.
Ginger Snaps 2: Los Maldito/Ginger Snaps 2: Unleashed (2003) de Brett Sullivan.
Feroz: El Comienzo/Ginger Snaps Back: The Beginning (2004) de
Grant Harvey.
Ginger Snaps es una serie de películas que
aborda la relación de dos hermanas, Brigitte y Ginger, que aborrecen a
los jóvenes de su edad por triviales. Los adultos no las entienden y son
absurdos. Las hermanas son antisociales y, dado su aislamiento emocional,
deciden pactar: a los dieciséis años, o juntas para siempre, o muertas. De este
modo fantaseando continuamente con el suicidio, hasta que una bestia ataca a la
hermosa Ginger, y comienza a transformarse en una mujer lobo.
Lo interesante que tiene esta película es que
en un cine donde los hombres lobo nunca han sido personajes bien tratados y no
dejan de ser animales que atacan de manera sangrienta a todo mundo sin llegar a
algo más, en Ginger Snaps la historia, o la anécdota crece a un nivel mayor.
Especialmente para la segunda parte donde la trama se transporta a un centro psiquiátrico
y hay, además de hombres lobo, enfermedades mentales y adiciones, así como
personajes complejos, extraños y carismáticos.
En la tercera parta la historia no sitúa en
el pasado, es una precuela con siglos de anterioridad mostrándonos a las dos
hermanas, pero no Brigitte y Ginger de los anteriores filmes, sino a sus
ascendientes del siglo XIX en 1815.
Algo muy bueno que tiene Ginger Snaps es el uso de
maquillaje convencional, prostéticos, animatronics y transformación con base en
FX a la vieja usanza; en una época donde el cine está saturado de efectos
digitales que se ven más falsos y de caricatura.
Además las películas sitúan a los hombres lobo en
situaciones reales o contemporáneas como la menstruación, una droga—o vacuna—que
puede detener el proceso de la transformación y el suicidio. El estado mental,
la automutilación.
No es sólo una simple película de terror, sino un estado
emocional y físico femenino lo que lo hace interesante ya que lleva a las
películas a otro grado más inteligente que sólo feroces animales que matan por
la simple sangre.
Y si hablamos de zombies, más que La noche de
los muertos vivientes (que todo mundo conoce y no tiene caso repetir), mi
favorita, por sobre todas, es el dúo de películas de Andrew Parkinson:
I, Zombie: A Chronicle of Pain
(1998) y Criaturas muertas (2001).
En estas películas hace lo que muy pocos
directores pueden hacer con el género zombi y eso es, revolucionarlo, esto es,
reinventarlo. Así como George Romero reinventó el género en el 68, Parkinson le
da un giro de 180° y lo coloca en otro nivel. En un nivel incluso más profundo
y doloroso que Romero, pero más desconocido. Y es que lo que tiene Parkinson en
contra es que son películas de bajo presupuesto, con una mínima cantidad de
crew y extremadamente poca distribución. Conocida sólo por los seguidores y
admiradores netos del género, I, zombi y Criaturas muertas desaparecieron del
mapa y casi nadie las conoce.
¿Y qué es lo interesante de estas películas? Lo
que importa tanto de ellas es que más que cintas de terror, son del género
drama, de soledad, tristeza y depresión absoluta.
Ambas películas cuentan una historia de
muertos vivientes desde el punto de vista del zombi.
En Yo, Zombie, crónica de un dolor. Andrew
Parkinson nos habla de Mark, un joven investigador que viaja al bosque para
extraer material de investigación y descubre un viejo vagón donde hay una chica
aparentemente lesionada la cual toma en sus brazos para llevarla a un hospital
para que le asistan sus heridas. Al hacer esto la mujer lo muerde en el cuello
y a partir de ahí Mark se infecta y comienza a morir y descomponerse. Se transforma
en un muerto viviente pero con la conciencia de un Mark normal, sin perder sus
recuerdos ni deseos ni dejar de ser humano, por lo menos en lo que a metal y
emocionalmente se refiere.
Le nace un deseo mordaz hacia la sangre y la
carne. No puede comer otra cosa y se hace adicto a ella.
Al morir y ser ya un zombie sabe que no puede
convivir con la gente real, no puede tener trabajo ni una relación amorosa ni
amistosa ni social de ningún tipo, por lo que, a pesar del dolor que eso
conlleva, Mark abandona todo rastro de su vida anterior y se convierte en un
paria, en un vagabundo, un solitario que se niega a alimentarse—retrasándolo lo
más posible—hasta que el dolor es insoportable y tiene que matar para calmar el
sufrimiento.
Criaturas muertas tuvo un poco más de
presupuesto y más equipo de trabajo lo que hizo posible que la historia, en
esta ocasión nos mostrara, no sólo a un zombi, sino ahora un grupo de chicas
que viven el mismo tormento que Mark. Todas ellas están infectadas y deben
darle la espalda a su vida anteriores, abandonar a sus padres, amigos, parejas,
escuela, sueños, todo y sobrevivir en un estado físico que se está pudriendo
cada vez más y con una adicción sobrehumana a la sangre.
Parkinson nos muestra un mundo de soledad,
depresión y tristeza poderosa con escenas fuertes y dolorosas. Retrata muy bien
el vacío de los personajes y se siente uno miserable cuando los ve sufrir—mental
y corporalmente.
Lástima que sea poco conocida, pero sí es
altamente recomendable.
Y bueno, hay más películas, esto es sólo la
primera parte de mis recomendaciones para un cine de terror para estas fechas.
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