Siempre fue el niño del salón que se
sentaba en la última fila y nadie reconocía en la calle. A veces se acercaba a
sus compañeros de grupo cuando estaban reunidos diciendo chistes y riéndose de
las bromas. Pero después de permanecer parado a su lado, sin que nadie lo
tomara en cuenta o pudiera ni siquiera participar con un chiste gracioso, por
más que lo intentaba, se retiraba a sentarse solo en el salón esperando a que
el recreo de la clase terminara. O a veces en esa media hora que otorgaban a
los juegos como receso entre clase y clase, era el único niño en las bancas de
la biblioteca donde un hombre de edad avanzada lo saludaba todos los días y lo
dejaba entrar a los estantes a que leyera el libro que más quisiera.
Los maestros nunca se aprendieron su
nombre y en varias ocasiones trataba de hacerles pláticas antes de que
comenzara la clase y los profesores sólo movían la cabeza asintiendo tratando
de aparentar que estaban interesados.
No escribía, ni componía música, ni
intentó pintar un trazo, o bailar en la soledad de su recámara, pero siempre
consideró que tenía el alma de un artista.
El arte era lo que más disfrutaba y
odiaba que sus manos fueran tan torpes que le impedían crear incluso un tipo
vulgar de arte.
Cuando creció y trabajó en la ferretería
de su padre y a veces lo estafaban en una mala venta que hacía o era llamado
cobarde por los jóvenes de 12 años que entraban a robar en la noche antes de
que cerrara el establecimiento; conservó un gran porcentaje del dinero ganado
en esos años de trabajo, en una cuenta en el banco con deseos de algún día,
pagar de su propio bolsillo el financiamiento de la obra de algún artista que
lo maravillara. Podía ser la impresión de un libro, la exposición de una
pintura, el mármol de una escultura gigantesca o la producción de una película;
sintiendo así que su participación había sido importante para la historia del
arte, tal vez de la humanidad.
Hoy todavía trabaja en la ferretería, ya
tiene 78 años y el dinero acumulado aún espera ser otorgado a un artista
mientras sus sobrinos desean que muera para apoderarse de él.
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